Hiperestrogenismo en perros macho:
el caso de Sultán
Existen muchas causas que provocan la falta de pelo en nuestras mascotas: en este artículo exponemos una de ellas, poco frecuente, que hemos visto y tratado en la clínica veterinaria A Media Lúa.
Sultán es un perro geriátrico que se presentó en la clínica con diagnóstico de hipotiroidismo. Llevaba meses de tratamiento y los dueños se sorprendían de que su aspecto externo no mejorase, presentando alopecia en pecho, cuello y cola. En las zonas pobladas el pelo presentaba un aspecto apagado.
Sultán
Se realizaron en primer lugar pruebas dermatológicas, para confirmar que no hubiese parásitos en piel, y además tratamos la pioderma (infección por bacterias) que existía. Sin embargo, dadas las características de su alopecia, enseguida empezamos a pensar que probablemente hubiese un componente hormonal relacionado. Así, realizamos las analíticas necesarias para confirmar que su hipotiroidismo estuviese controlado y descartar otro tipo de problemas hormonales, como el síndrome de Cushing.
Con el Hiperestrogenismo se produce un aumento de estrógenos en sangre, normalmente por tumores testiculares. La sospecha suele comenzar si, además de la falta de pelo, en la exploración física percibimos diferencia en el tamaño de los testículos, no se encuentran los dos situados en escroto o si hay aumento del tamaño de las mamas.
En la historia clínica podremos encontrar casos de cambio de comportamiento o de atracción por parte de otros machos. Para el diagnóstico no se utilizan las analíticas porque no hay fiabilidad en la medición de niveles de estrógenos en sangre. Se pueden realizar, eso sí, ecografías testiculares que nos informen de posibles crecimientos anómalos compatibles con tumores secretores de esta hormona. El tratamiento pasa por extirpar ambos testículos, siendo muy bajo el porcentaje de metástasis que pueden hacer que no haya una buena respuesta.
En el caso de Sultán no había cambio de comportamiento y la palpación testicular no evidenciaba ninguna asimetría, siendo el aspecto cutáneo el principal indicador del desorden endocrino. Se comentó con los dueños la posibilidad de castrarlo, esperando hallar mejoría sintomatológica entre unas semanas y varios meses después.
Como la orquidectomía (castración) es recomendable incluso cuando no hay presencia de tumores, pues previene también la aparición de hipertrofia y tumores prostáticos, de sacos anales, etc., aceptaron someterlo a cirugía. En esta ocasión no se enviaron muestras para estudio histopatológico, pero la recuperación paulatina del pelaje evidencian que nuestras sospechas eran certeras.
A día de hoy Sultán luce un precioso manto, y su última visita a la clínica fue para ponerse aún más guapo en nuestra peluquería.