Castración en conejos: una parte importante
del plan de medicina preventiva
En los últimos años, los conejos se han convertido en la principal mascota que vemos en la clínica de animales exóticos de A Media Lúa. Su edad de supervivencia ha aumentado notablemente, y no resulta raro encontrar animales de 10 o incluso 12 años. La medicina preventiva, con revisiones semestrales y vacunaciones, juega un papel determinante en esto, y la esterilización a tiempo también ayuda mucho en este aspecto: os lo explicamos a continuación.
Desde el punto de vista médico, las hembras enteras son extremadamente propensas a padecer problemas reproductivos, entre los que destacan los adenocarcinomas uterinos, las hemorragias uterinas o hemometras, y los tumores mamarios. Además, las hembras suelen tener problemas de pseudogestación o embarazo psicológico, así como problemas de comportamiento asociado a las hormonas sexuales.
En los machos, aunque las complicaciones médicas no son tan destacadas como en las hembras, se dan con bastante frecuencia problemas comportamentales como el marcaje o la agresividad.
La castración es fundamental si tenemos dos animales juntos, bien sean del mismo sexo o de sexo diferente, ya que estos animales tienen una tasa de reproducción altísima y, en el caso de tener animales del mismo sexo, la probabilidad de peleas y agresiones entre ellos es muy alta.
Por lo tanto, siempre que se tenga un conejo como animal de compañía, es recomendable la esterilización como parte del plan de medicina preventiva, igual que en otras especies como perros y gatos.
Estadísticamente hablando, el riesgo anestésico es en estos animales es superior al que se registra en perros y gatos. También tienen particularidades anatómicas importantes, que deben ser tomadas en cuenta tanto durante la anestesia como durante el procedimiento quirúrgico. Aquí es donde cobra vital importancia el equipo veterinario que se ocupa de llevar a cabo el procedimiento, resultando fundamental contar con personal especializado en animales exóticos, con formación adecuada y en constante actualización para minimizar los riesgos.
Durante estos procedimientos se realiza un protocolo anestésico específico para cada animal, partiendo de un estudio previo del estado de salud del paciente. Asimismo, se realiza la anestesia con el animal intubado y conectado en todo momento a un monitor multiparamétrico, que monitoriza permanentemente las constantes vitales del paciente. También contamos siempre en quirófano con una persona encargada exclusivamente del control anestésico, para detectar cualquier posible alteración y solventarla cuanto antes.
Por supuesto, si tenéis cualquier duda en cuanto a la cirugía, la anestesia o cualquier otro aspecto, no dudéis en poneros en contacto con nosotras para que podamos ofreceros todo el asesoramiento necesario.